Una tardecita —no tan amena— en la cabeza de Burton

Cine

A propósito de Dumbo

Hola, Subtes. El día de hoy les traigo mis impresiones acerca de Dumbo, la última película del genial y extravagante Tim Burton.

Antes de comenzar, vale la pena aclarar que mis expectativas para esta pela eran más altas que el Westin. Filmes como El joven con manos de tijera (1990), Jim y el durazno gigante (1996) o El Gran Pez (2003) han hecho que Tim Burton se convierta en uno de mis directores favoritos. Lo que más valoro de su estilo es la magia que el men es capaz de transmitir visual y narrativamente.

¿La magia? Defino magia como el instante exacto en el que tus sentidos deciden creer en algo que tu mente sabe que no es real. En mi caso, este momento se dio cuando vi la escena en la que Edward es flechado por Sara en El Gran Pez (2003).

La voz del narrador reza: “Dicen que cuando encuentras al amor de tu vida, el tiempo se detiene…”. Y en la pantalla, sucede este momento magistral:

Llámenme cursi, llámenme gil, llámenme como quieran, Subtes, pero a los doce años —cuando vi la pela por primera vez— yo sí creía que existía en el mundo una flaquita capaz de hacer que mi tiempo se detenga. Aún lo creo, si me preguntan. Y todo gracias a la forma en la que Burton construye la escena. Desde la voz del narrador, la estética fantástica del circo, la actuación de los personajes —la cara de agilado que pone Ewan McGreggor es fantástica y la ternura en los ojos de Alison Lohman, inigualable— hasta el detalle de la canchita suspendida en el aire. Sin olvidar, claro está, la fenomenal armonía de la banda sonora. En fin, toda una proeza artística, en mi humilde opinión.

Pero bueno, me fui por las ramas. Hoy no estamos aquí para hablar de El Gran Pez (2003), sino de Dumbo (2019). Una película que, para mi gusto, está varios escalones más abajo.  

Sinopsis

Todos conocemos la historia de Dumbo, el elefante con las orejas demasiado grandes que en un principio es marginado por ser diferente, pero que después, al descubrir que puede volar, se convierte en una estrella de circo.

El enfoque de esta versión en Live action, sin embargo, se centra en los personajes humanos de la trama. En el inicio de la misma, se nos presenta Farrier, un soldado que vuelve de la guerra —con un brazo menos— al circo donde lo esperan sus dos hijos. Al llegar, se entera de que las cosas han cambiado: su espectáculo fue cancelado y el negocio está al borde de la quiebra. En una maniobra suicida, el dueño del circo —Max Medici— ha comprado una elefanta embarazada de Asía, la mamá de Dumbo, con la esperanza de revivir al circo. La historia es acerca de los primeros meses del elefantito y el afán de los humanos por salvar el circo.

Puntos flacos

El que mucho abarca, poco aprieta. Uno de los puntos bravos de las películas de Burton que siempre admiré, fue su capacidad para darle vida a tantos personajes en tan poco tiempo de exposición. En Dumbo, sin embargo, esto parece jugarle en contra. No llego a comprender por qué Milly (la hija mayor) es científica y cómo esto aporta a la historia. Me fascina la hoja de vida de Collete, la trapecista, pero siento que había más jugo en ese limón y que la movie no logra exprimirlo. Es decir, una mujer que empieza siendo la reina sofisticada del malo y que en realidad es una artista callejera de París. ¡Wow, cuéntame más! Sin embargo, su personaje se pierde en un rol secundario —una especie de mamá de reemplazo de los niños—. El jinete manco, Farrier, no tiene grandes momentos, pese a ser un soldado que ha perdido a su esposa. Es decir, creo que se podía hacer algo más con ese perfil y sus motivaciones. Y así podría seguir enumerando personajes planos que no suman a la trama, el primer villano de los diez minutos, por ejemplo, que azota a la mamá de Dumbo tres veces y que después muere. El pelado asistente del malo… ¿Por qué todos los malos tienen asistentes? De eso hablaré en el siguiente punto.

Lugares comunes. La infalible Wikipedia nos dice al respecto: “Un lugar común es una frase o idea considerada como un vicio del lenguaje por ser demasiado sabido o por su uso excesivo o gastado”. Algo así como el asistente rudo del malo o como que la solución al conflicto sea un escape milagroso en el que todos los personajes buenos participan. La película peca en el exceso de estos lugares comunes, sobre todo en las partes fundamentales de la misma. El inicio: vuelve el soldado al hogar después de la guerra. El nudo: nace el diferente, se burlan de él hasta que descubren que tiene algo único. El conflicto: un visionario se aprovecha de él llevándolo a su imperio. Y el desenlace: los héroes le sacan la vuelta al malo quemándole el circo —literalmente le queman el circo—. Las mejores películas son aquellas que siguen esta estructura (de los cuatro actos) sin que se note. En Dumbo, sin embargo, los momentos son muy marcados, ese es otro de los puntos flacos.

¿Dónde quedo la magia? Como todo buen mago, Burton todavía no ha olvidado sus mejores trucos. Hay unas cuantas escenas conmovedoras entre Dumbo y su mamá que pueden traicionar hasta al más macho de los machos. Sin embargo, estas escenas no llegan a ser tan poderosas como antes. Recordarán, por ejemplo, el abrazo del joven manos de tijera a Kim. En esta escena, todos los miedos del protagonista se ven reducidos por el amor de la adolescente. Un momento muy bonito y significativo. Dumbo tiene uno o dos instantes de esta índole. Sin embargo, me queda la sensación de que pudo ponerse mayor énfasis en la relación madre-hijo y tomar ese punto de partida para conmover a la people. No fue así.  

Puntos rescatables

Escenografía. Me sigue pareciendo impecable; espectacular, si hablamos del tratamiento de los circos y su majestuosidad. Es algo muy bonito de apreciar en la película. Sin ser un experto en la materia, podría decir que esto, sumado al vestuario, los efectos de animación y alguna que otra escena dramática de la relación de Dumbo y su mamá, son los puntos rescatables de la película.

Banda sonora. Me atrevería a afirmar que es producto de la misma mano que en casi todas sus películas. La música es muy bonita, sublime. Acompaña la trama de manera perfecta. Es capaz de acentuar los momentos y pasar desapercibida al mismo tiempo. Hace que los sentimientos de los personajes logren transmitirse de manera más dramática, marca el ritmo de cada escena. La música está muy bien lograda.

No me puedo ir sin aclarar       

Tim Burton es un genio de genios, un maestro de maestros y no existe razón alguna para que no vean sus películas. Recomiendo de manera especial El joven con manos de tijera (1990), El extraño mundo de Jack (1993), Jim y el durazno gigante (1996), El Gran Pez (2003), El cadáver de la novia (2005), Charlie y la fábrica de chocolates (2005), Nueve (2009) y Big eyes (2014). El universo de criaturas solitarias, absurdas y conmovedoras que la imaginación de Tim Burton es capaz de crear es variado. Ojala pueda contarles más acerca de él en una futura oportunidad. Por lo pronto, decirles que vale la pena darse una vueltita por la cabeza de Tim.      

¿Altamente recomendable? Tenía expectativas muy altas. La película me entretuvo pero no me causó las sensaciones que los anteriores films del maestro me causaron. Para mí, es un 5 de 10.

Sin más, me despido de ustedes queridos subtes, pidiéndoles amablemente —casi rogándoles de rodillas— que compartan esta impresión, sigan nuestro blog y nos hagan llegar sus comentarios. Los animo también a que nos escriban contándonos acerca de películas de las que esperaban mucho y terminaron llevándose poquito.

POSDATA: En todo caso, el soundtrack de la pela es otra nota. Baby Mine de Arcade Fire es buenísima. Se las dejó aquí, Subtes, para que relajen sus mentes y se duerman tranquilitos en el micro de camino a casa.

Escribió: Luis Joaquín

TALLER DE PRODUCCIÓN DE VIDEO EN VIVO (VJ)

Cine

#MiPrimerFestival: Festival internacional de cine y nuevas tecnologías para niños, niñas y adolescentes de Perú
Taller de producción de video en vivo (VJ)
A cargo de Carlo Corvacho
Martes 12 de febrero | de 4:00 a 7:00 p.m.

Espacio Fundación Telefónica – Av. Arequipa 1155, Lima

Dirigido a adolescentes de 12 a 16 años.

No olvide registrarse en la ficha de inscripción al final de la descripción del taller.

Taller de Vj dirigido a jóvenes que desean empezar en el mundo de la manipulación de video en tiempo real. Experiencia práctica de los procesos y producción de video con un software gratuito para realizar animaciones con tablets y celulares.

Temario-
– Principios básicos y propiedades de video e imagen.
– Preparación del material para trabajar en los softwares.
– Introducción al software Resolume Arena (y revisión de otros software de vj).
– Introducción al Videomapping.

Materiales-
– Laptop por participante

Carlo Corvacho-
Realizador audiovisual con experiencia en dirección, cámara y post Produccion, y Vj desde hace más de diez años, participando en festivales como Creamfields Perú, Inti Fest, Get Out Festival, y lollapalooza Chile. Actualmente forma parte de Clockwork Studio desarrollando stage designs y visuales para una gran variedad de artistas internacionales de renombre, nacionales e internacionales. También ha trabajado con bandas de rock y reggae y fusion, como Laguna Pai, Novalima, Lucho Quequezana. Junto con la fundación telefónica ha desarrollado las propuestas visuales para el festival Integraciones en sus ultimas 4 ediciones.

Link Aquí