Un atrapante relato de Walter Velásquez sobre el Vichama Rock Bar.
No existen lugares felices, pero sí hay un lugar en donde los placeres nocturnos no tienen límites: Vichama Rock Bar. Ubicado en Jirón Carabaya de la oscura, nefasta, asquerosa, pero entretenida Plaza San Martín, Centro de Lima. Abre todos los días, pero si hay un día movido en específico, es cada maldito sábado. Las puertas abren a partir de las 9 de la noche para que la gente vaya entrando gratis. A partir de las 11, el cobro de 10 miserables soles se hace presente. Sería bello si las entradas fueran siempre gratis, pero se entiende la necesidad de obtener dinero. Ni bien entras a la puerta del bar, el sonido bestial de la música del lugar se apodera de tus oídos. Sientes la necesidad de bailar desenfrenadamente sin importar cuántas personas te empujen. El precio de la cerveza es accesible (11 soles) y la consumes para que tu energía siga intacta. Rock, salsa, reggaetón, new wave, cumbia, punk, metal y pop son los géneros expuestos por el DJ Vichamero, que apuesta por una diversidad musical. A la vez, se une la banda tributo que rinde homenaje a David Bowie, Joy Division, U2, The Smiths y entre otras bandas importantes. En ese pequeño lugar hay de todo: vómitos, peleas, cervezas y margaritos volando, olores nauseabundos, pogo, saliva, gritos, besos, abrazos y amor. Pero si hay un elemento importante es la tarima, cuyo espacio se presta para los bailes vergonzosos y hermosos. Y sí que hay un dueño de la tarimba, y tiene nombre: el tío Vichama.
Hasta el momento nadie conoce su nombre y edad, solo se le conoce por ser el mejor bailarín del maldito bar. Una persona que, mediante su extrovertido y desenfrenado baile, lo ha podido convertir en un icono del Vichama Rock Bar. El Vichama Rock Bar no es un lugar para ser feliz, es un lugar para que te maldigas del placer oscuro placentero. ¡Ah!, y recuerda que siempre pero siempre, saldrás a las 7 a.m. del domingo para que luego quizás tu baño te espere para tu respectivo vómito.
En: El imperfecto y otros textos (Historias Pulp)
De: Walter Velásquez


